Pareceevidente que la respuesta humana tiene un sustrato biológico, el cuál permite que ésta tenga lugar. Con la sexualidad ocurre exactamente lo mismo: el cuerpo y sus procesos construyen nuestra sexualidad. No obstante, el cuerpo por sí mismo no es la sexualidad, pues depende de la interacción con el contexto tanto interno como
Señalesde que tu vida sexual necesita una vuelta. “ Una señal muy clara puede ser la pereza sexual, la sensación de que el sexo es siempre lo mismo, que ya sabes cómo va a acabar antes de
NúriaCano estrena ‘Lo normal’ el sábado en el festival Coñumor, un espectáculo sobre la mala educación sexual, los problemas que conlleva y cómo el patriarcado también se mete en la cama
Sedefinían, pues, tres categorías de individuos respecto a su actividad sexual —y así lo especificaba el alemán Richard von Krafft-Ebing en Pychopatia Sexualis, obra publicada en 1886—: los homosexuales, los heterosexuales y los «normales», que son aquellos que no hacen de la sexualidad una práctica autónoma o exaltada —siempre respecto del sexo
Sexualidaden pareja. Se calcula que la edad de inicio de las relaciones sexuales con penetración se sitúa en torno a los 15 años. En este sentido, la educación sexual es vital. Esta no solo se reduce a prevenir embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, sino también a preparar al adolescente para el sexo en el ámbitoElconsentimiento es absolutamente necesario. No son los gestos, ni la forma de vestir lo que me indica si la otra persona desea o no tener una práctica sexual. Como hemos dicho, la sexualidad no solo se reduce al acto sexual del coito. Y, ¿sabéis que tampoco todo se reduce a los genitales?; aunque os sorprenda, hay vida más allá. Rn5xc.